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Ethereum 2.0

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La criptomoneda Ethereum tiene previsto realizar una serie de cambios importantes. Esta actualización se ha denominado Ethereum 2.0 (también denominada Ethereum Serenity) y traerá consigo cambios en el consenso y en su funcionamiento interno.

Debemos entender la criptomoneda como un software, como pueda ser Windows, Linux o un software de edición de textos. Como cualquier software debe ir mejorando y añadiendo nuevas funcionalidades para su usabilidad.

Todas las criptomonedas padecen de dos problemas: escalabilidad y eficiencia energética. Algunas han solucionado la eficiencia energética apostando por protocolos de consenso que no requieren gran capacidad de cómputo. Pero el problema de la escalabilidad es más complejo y aún no hay una solución totalmente testeada que corrija el problema.

Ethereum es la segunda plataforma del mundo de las criptodivisas por valoración, pero además siempre ha sido la eterna segundona. Ocupa un discreto segundo plano, ensombrecida por ese fascinante fenómeno llamado bitcoin, pero ahora quiere convertirse en una referencia mucho más patente con su nueva versión.

Ese es el propósito de Ethereum 2.0 «Serenity», una nueva iteración de esta plataforma -cuyo token es Ether- que renace con una cadena de bloques o blockchain renovado en el que se mejora la eficiencia, la escalabilidad y el número de transacciones por segundo (para habilitar pagos) y en el que desaparece uno de los encantos con los que nació: se acabó minar ETH con GPUs.

La diferencia fundamental entre Ethereum (1.0) y Ethereum 2.0 está en el mecanismo de consenso que permite añadir nuevos bloques a la cadena de bloques. Mientras que en la versión «antigua» se usaba una prueba de trabajo (Proof of Work, PoW), ahora se usará una Prueba de Participación (Proof of Stake, PoS).

Hasta ahora Ethereum usaba un mecanismo PoW en la que los mineros usaban hardware como GPUs para procesar complejos problemas matemáticos que permitían verificar nuevas transacciones: el primero en resolver el puzzle recibe criptodivisas, pero ese proceso suele consumir una gran cantidad de energía.

En la nueva filosofía PoS no hay mineros, sino validadores de transacciones que deben tener cierta participación (actualmente, 32 ETH, unos 59.319,40 euros al valor actual) en este sistema para poder verificarlas. Estos validadores se seleccionan a la hora de proponer un bloque según su participación en la criptodivisa y el tiempo que llevan invirtiendo en ella.

Cuando suficientes validadores confirman ese bloque, se puede añadir a la cadena de bloques, y los validadores son recompensados, un proceso que se conoce como «forging» o «minting». Desaparece el «mining» o minado tradicional, y no se podrán utilizar granjas de minería basadas en ASICs (como ocurre con bitcoin) o GPUs (como ocurría con ETH y sigue ocurriendo con criptos como Monero, Litecoin, Ethereum Classic o ZCash) para obtener Ethereum.

La ventaja fundamental de PoS es que es mucho más eficiente energéticamente que PoW pero además hace posible garantizar la seguridad de la cadena de bloques de una forma también mucho más eficiente.

De la minería al ‘staking’

Con el sistema PoW la forma de obtener nuevas criptomonedas en el blockchain de Ethereum era minarlas, un procedimiento que ha tenido efectos colaterales importantes. La minería se realiza con tarjetas gráficas, los mineros y los especuladores han acabado haciéndose con muchas de ellas.

Con Ethereum 2.0 se acaba la minería y se usa el llamado ‘Proof of Stake’ (PoS). Para conseguir nuevos tokens ETH en este sistema los usuarios deben ‘invertir’ o ‘participar’ (stake) con al menos 32 ETH. El modelo sigue un poco la idea de incentivos, y premia a aquellos que se convierten en validadores de este sistema.

No todo el mundo puede aportar esa cantidad de ETH, pero es posible hacer una especie de ‘staking fraccionado’ y que aportemos la cantidad que queramos y nos unamos a otros que tampoco puedan aportar 32 o más ETH de golpe para que ese grupo actúe como un validador único. Hay además diversas formas de hacer ese ‘staking’.

A partir de ahí un algoritmo asigna a un miembro del grupo que ordene las transacciones en un bloque, y quien las verifica consigue recompensas de forma gratuita si el bloque es aprobado. Esas recompensas varían según el tamaño de la red que garantiza esas transacciones y las valida, y disminuyen conforme el número de validadores crece.

El sistema PoS de Ethereum 2.0 ya se está probando desde hace tiempo en una cadena de bloques distinta, llamada Beacon Chain, y allí ya se han «invertido» 38.000 millones de dólares. Se espera que las dos cadenas de bloques (esta y la propia de Ethereum) se fusionen en Septiembre de 2022, pero primero es importante tratar de validar la seguridad de un sistema que aún es experimental.

Quienes participan tienen la oportunidad de generar ingresos (recompensas) al hacer lo que ya suelen hacer durante la mayor parte del tiempo, que es mantener sus criptodivisas (en este caso, ETH) sin tocar. La idea es similar a la de una cuenta bancaria que da intereses. Este cálculo da una idea del retorno de la inversión, que actualmente se sitúa en un aproximadamente un 5%. El riesgo está en que al ‘bloquear’ esas criptodivisas para mantener el sistema PoS funcionando, no se podría llegar a tiempo en caso de que hubiera un caída de precios y quisiéramos sacar esos tokens del sistema para venderlos y evitar mayores pérdidas.

Las ventajas de PoS son importantes en la eficiencia del sistema: dejar atrás la minería ahorrará una enorme cantidad de energía, ya que se estima que el actual PoW requiere 45.000 GWh al año —más o menos el consumo energético de Nueva Zelanda—, y con el PoS se reducirán esas necesidades en un 99,9%. Hay otra ventaja: una que afecta a las transacciones.

Más transacciones apuntan a un futuro en el que podremos comprar con ETH. Una de las limitaciones de criptodivisas como bitcoin o Ether era su bajo número de transacciones. El de Ether era algo superior, pero hasta ahora rondaba las 30 transacciones por segundo.

Esa tasa es muy pobre si se quisiera trasnformar a ETH en un token con el potencial de poder comprar bienes con ella, pero con Ethereum 2.0 la cosa cambia, ya que será posible alcanzar hasta 100.000 transacciones por segundo.

Los responsables de la modificación de la renovada cadena de bloques también destacan que la seguridad también es mucho mayor. Ethereum 2.0 requiere que haya un mínimo de 16.384 validadores de cada transacción, muchos más que otras redes PoS. La descentralización es mucho mayor, y aparentemente también lo es la seguridad lograda con esa propuesta aunque hay también dudas sobre potenciales problemas a resolver.

Todo parece ser desde luego prometedor para Ethereum 2.0, que aún está en pleno desarrollo. De hecho se plantean tres fases distintas para llegar a un Ethereum 2.0 totalmente maduro:

Fase 1: puesta en marcha el 1 de diciembre del 2020. Se implementó el nuevo Beacon Chain que almacena y gestiona el registro de validadores y el mecanismo de consenso PoS. De momento la cadena de bloques original PoW de Ethereum 1.0 sigue activa para que haya continuidad de datos.

Fase 2: Sharding probada en 2021 esta nueva etapa en la nueva red inicialmente con 64 veces la capacidad y transacciones por segundo de la red actual. Más tarde esa red se hará completamente efectiva y se producirá la transición definitiva al consenso PoS.

Fase 3: Docking Prevista para fines de 2022 se espera que la nueva cadena de bloques sea completamente funcional y compatible con los Smart Contracts. Eso hará posible añadir cuentas Ether y habilitar tanto transferencias como retiradas de criptodivisas.

En síntesis, esperan fusionar las cadenas ETH 1.0 y ETH 2.0 y, con esto, Ethereum cambiará del Proof-of-Work (PoW) hacia un mecanismo Proof-of-Stake (PoS) que dará como resultado una red más respetuosa con el medio ambiente.

Otra de las ventajas del Proof-of-Stake (PoS) es que no requiere adquirir equipos informáticos especiales para validar las transacciones, lo que también reduce el valor de las tarifas y la velocidad en las transacciones por segundo (tps).

Asimismo, después de que Ethereum concrete su actualización, también será más escalable.

Las demoras en la fusión

Lamentablemente, esto ha sido anunciado hace bastante tiempo y aún no se maneja una fecha exacta. De todos modos, el desarrollador de Ethereum Preston Van Loon, comentó que la fusión está casi completa y dio a entender que la actualización podría ocurrir en agosto de 2022.

No obstante, el co-fundador de Ethereum no descartó la posibilidad de retrasar nuevamente a ETH 2.0 para septiembre u octubre de 2022.

El futuro es por tanto prometedor para una cadena de bloques que como decimos aunque nació hace poco tiempo, aún tiene que completar un periodo de transición. Los expertos creen que este cambio hará que el valor de Ether y Ethereum se vea impulsado.

Veremos si efectivamente lo hace y si esta plataforma logra convertirse en un referente mucho más palpable en un segmento que últimamente vuelve a dar muchas noticias.

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